Todo apunta a que la final de la Copa del Rey el próximo 20 de abril se disputará en el estadio de Mestalla, aunque aún falta el acuerdo entre Real Madrid y Barcelona en consonancia con la Federación.
La gran diferencia entre jugar en Mestalla (55.000 asientos) y el Camp Nou (98.000) y Bernabéu (80.000) está en el reparto de entradas

La RFEF puede convocar ya desde este jueves a las partes para ir organizando la final. Está por ver la sede en primer lugar, así como el reparto de entradas. Lo que parece poco probable es que la final se juegue en el Bernabéu, donde el Madrid perdió la final de Copa en el famoso Centenariazo de 2002.
Hasta el momento se han disputados cinco finales coperas entre Real Madrid y Barcelona. Dos de ellas se disputaron en Mestalla (1936 y 1990), una en el Bernabéu (1968), otra en el Calderón (1974) y la otra en La Romareda (1983).
Las opciones para albergar la final, aparte de Mestalla, son el Santiago Bernabéu, el Camp Nou y La Cartuja. La gran diferencia entre jugar en Mestalla (55.000 asientos) y el Camp Nou (98.000) y Bernabéu (80.000) está en el reparto de entradas, ya que se divide en tres partes (los dos clubes y Federación). En Mestalla cada club sólo podría llevarse 18.000 localidades, en el Bernabéu 27.000 y en el Camp Nou 33.000.
Al Barça no le importa jugar en el Bernabéu, pero el Madrid no quiere. El recuerdo del Centenariazo pesa

Al Barça no le importa jugar en el Bernabéu, pero el Madrid no quiere. La posibilidad de caer en su estadio ante el gran rival y el recuerdo del Centenariazo pesan mucho. Rosell, por su parte, quiere un estadio con un gran aforo y los socios azulgranas le piden que elija Chamartín. En la final de hace dos años muchos socios se quedaron sin entradas y además existe la posibilidad de ganar al eterno rival en su propio estadio.
Mestalla es la opción más probable por la equidistancia y el hecho de ser un día laborable. Si la final se hubiera disputado en sábado ganaría opciones La Cartuja de Sevilla, ya que las aficiones podrían desplazarse con mayor facilidad. Si finalmente se elige Mestalla, la final se jugaría en el estadio donde Real Madrid y Barcelona han logrado su último título copero (el Madrid en 1993 ante el Zaragoza y el Barça frente al Athletic en 2009).

La decisión no es oficial, pero está tomada. Florentino Pérez y Sandro Rosell han dado su visto bueno para que Mestalla sea el escenario en el que el 20 de abril los dos imperios del fútbol español se crucen por sexta vez en la historia en una final de Copa del Rey.
Los dos equipos ya tienen bloqueadas plazas hoteleras en la capital del Turia. La semana próxima, posiblemente el lunes, está prevista que se produzca la habitual reunión para comenzar a organizar la final. El objetivo central será el intento de conseguir el mayor número de entradas posible por parte de los dos clubes.
Se decida lo que se decida, las dos entidades ya tienen asumido que se van a ver desbordados por las peticiones. El precedente más inmediato vale para calibrar lo que se va a vivir. Hace dos años, la final se jugó en Mestalla, que se hubiera llenado varias veces con los seguidores de Athletic y Barcelona que se quedaron sin localidades. Entonces, el acuerdo al que se llegó fue de 18.500 entradas para cada equipo, cuyos precios iban desde 40 hasta 140 euros.
Aunque se manejaron otras ciudades, se tardó poco en descartarlas. A la Federación y a las fuerzas de seguridad no les hacía ninguna gracia la opción de Madrid por la dificultad de evitar encuentros entre seguidores del Barça que se desplacen y los del Madrid. Sevilla, que se postuló ayer, está muy lejos de Barcelona y, además, las plazas hoteleras en Semana Santa tienen una tasa de ocupación que hacen inviable esta alternativa.